La policía del buen gusto

La denominada, y con razón, televisión basura, nació en los 90 en Canal Nou con aquel “Tómbola”. Funcionó muy bien y se extendió a los medios de ámbito nacional.

Desde sus orígenes, una cohorte de jueces de lo bueno y de lo malo claman por su abolición y por fijar la programación a imagen y semejanza de la BBC: educativa, pedagógica y con mucha sabana africana, cuyos recovecos empezamos a conocer tanto como el Google Maps de nuestro barrio.

Según Barlovento Comunicación, son los mayores de 64 años los que más consumen este tipo de programas: personas jubiladas o cerca de hacerlo. Es a ellos, a los que llevan toda su vida trabajando, los responsables del estado de bienestar que disfrutamos, los que no entienden la nueva sociedad tecnológica y se autoexcluyen, los que han reído y llorado más que nadie, los que cuidan de nuestros hijos cuando no hay colegio, a ellos, a los que queremos educar enseñándoles a ver una televisión de “calidad”.

No cuenten conmigo para quitarles esos momentos que solo ellos saben disfrutar.

Doña María, Don Manuel, yo seguiré saltándome esos canales en los que ustedes recalan. No dejen de hacerlo. Si les alimenta el alma, consuman televisión basura, se lo han ganado.

Fuente imagen superior: https://www.telegraph.co.uk (Alamy)

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