Deconstruyendo la inteligencia (IV) – El volumen del cerebro

El antropólogo R. Wrangham ha constatado que a medida que nos hemos civilizado el tamaño de nuestro cerebro se ha reducido. Esto mismo ocurre con los animales domesticados, los perros frente a los lobos, por ejemplo.
 
Podríamos pensar entonces que por buenos nos hemos vuelto más tontos. Pero eso no es así, porque apenas existe relación entre el tamaño del cerebro y la inteligencia. Y digo apenas porque el volumen solo explica un 5% de la inteligencia.
 
En dos millones de años hemos duplicado el volumen del cerebro, y esto ha servido para progresar intelectualmente, pero en el punto actual ya hay poco recorrido. Sirva como ejemplo que nuestros primos neandertales disfrutaban de un cerebro mayor que el nuestro…¿y dónde están? Pues eso.
 
La inteligencia no se basa en cuántos recursos/neuronas tenemos, sino en cómo las gestionamos. Un cerebro más grande tiene más neuronas, sí, pero más dispersas, con una menor densidad que reduce el número de sinapsis. Es el llamado cociente de encefalización lo que determina la relación cerebro-inteligencia.
 
Como en tantas cosas, usted no es responsable del tamaño de su cerebro, pero sí de cómo lo usa.
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