¿TE ACOSTARÍAS CON ALGUIEN A QUIEN ACABAS DE CONOCER?

Esta es la pregunta más incómoda a la que se puede enfrentar uno en una encuesta sobre hábitos sexuales. No es de extrañar que también sea la que más discrepancia genera entre hombres y mujeres: 46% afirman ellos frente a un paupérrimo 6% ellas.

Mentir o exagerar cuando se habla de sexo es algo tan habitual que se ha convertido por derecho propio en producto de investigación.

Uno podría pensar que con el paso del tiempo y la normalización de la sexualidad femenina todos nos abriríamos a compartir experiencias como lo hacemos con los restaurantes que nos gustan, pero nada más lejos de la realidad.

Autoinformar sobre hábitos sexuales, incluso de manera anónima, sigue siendo una fuente de conflicto que lleva al encuestado a mentir en el sentido que usted se imagina: ellos más promiscuos, ellas más recatadas.

La psicóloga Terri Fisher de la Universidad de Ohio hizo un experimento muy interesante: aplicó una encuesta sobre el histórico de parejas sexuales donde los hombres comunicaron muchas más que las mujeres. Procedió a hacer la misma encuesta a otro grupo, pero esta vez conectado a un polígrafo, y, entonces, ellas reconocieron más y ellos menos; había más igualdad.

La mentira también llega al dormitorio donde muchas parejas reconocen que preguntar a su partenaire por sus experiencias anteriores les genera una enorme incomodidad; por ello, el 42% de ellos reconoce mentir frente al 23% de ellas.

¿Por qué se miente en una encuesta anónima que no tiene ninguna trascendencia personal? Pues no siempre tiene que ver con la testosterona o el pudor, también pueden ser errores de concepto. Enumero los 3 más habituales:

  1. Los hombres tienden a redondear el número de parejas pasadas (alrededor de 10, piensan). Las mujeres son capaces de nombrarlas. Si se fuerza a ellos a mencionarlas, las cifras son más parecidas.
  2. ¿Qué es una relación sexual? A diferencia de Bill Clinton, los hombres son más laxos a la hora de considerar ciertas prácticas amatorias como relación sexual, todo vale. Para una mujer debe completarse, en todo su rigor.
  3. La prostitución es un recurso común entre muchos hombres y puede ser fuente también de esas discrepancias.

En una reciente encuesta en UK, a la pregunta: «¿Ha tenido usted 10 o más relaciones sexuales en el último mes?» las respuestas positivas se redujeron a la mitad en comparación a 20 años antes. ¿Más honestidad? ¿Más estrés? ¿Netflix? Quién sabe.

 

 

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