10 apuntes en torno al síndrome del impostor

 

  1. El concepto lo aportaron las psicólogas Pauline R. Clance y Suzanne Imes en el año 1978.
  2. En su origen se llamó “Fenómeno impostor”.
  3. Al inicio se constató únicamente en mujeres, especialmente las de raza negra.
  4. No está reconocido como trastorno psicológico, aunque puede llegar a tener consecuencias similares.
  5. Existen dos situaciones que pueden desencadenar el Síndrome:
    • Una experiencia de éxitos continuados.
    • Un fracaso tras esos mismos éxitos.
  6. Un efecto indeseado es que el sujeto autolimita, en consecuencia, su propio crecimiento profesional.
  7. El perfeccionismo suele estar detrás de muchos casos. Es conveniente relajar las expectativas.
  8. Buscar la validación o aprobación de otros alimenta el fenómeno. Es preferible aplicar criterios personales objetivos.
  9. Es importante el autoanálisis, es decir, conocer con detalle, y aceptar, las fortalezas y debilidades propias.
  10. El remedio más eficaz es considerar el propio rendimiento en su conjunto. Resulta muy útil trabajar con una campana de Gauss donde los errores quedan marginados en un extremo y así se relativizan.
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