Hablamos mucho de las PSEUDOTERAPÍAS, yo especialmente (https://psicologiaydigital.com/por-que-a-veces-funcionan-las-pseudoterapias/), y nada de los PSEUDOTEST, tan extendidos y tóxicos como el coronavirus que nos ocupa.
El alcalde de Londres se ha gastado unos 11 millones de euros para conocer cuál es el color favorito de su personal y, en consecuencia, conocer su personalidad.
Seguramente él mismo lo contestó, y es probable que se viera reflejado en una descripción tan insustancial como universal, lo que viene a ser Efecto Forer (https://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_Forer).
Audiencia, el test de los colores, el eneagrama o la grafología (https://psicologiaydigital.com/en/graphology-a-deep-fraud-2/), entre otros muchos, solo cuentan con un atractivo embalaje, pero ninguna base científica. Como dijo Ortega y Gasset de América: «Mucho continente y poco contenido».
La misma rigurosidad que exigen en las intervenciones, exíjanla en los diagnósticos, porque si el punto de partida falla, el objetivo se desmorona. Aquí lo cuento:
https://psicologiaydigital.com/el-postureo-en-los-recursos-humanos/
https://www.express.co.uk/news/uk/1375613/Sadiq-Khan-news-London-Mayor-Met-Police-latest-video-Conservative-Party-Susan-Hall-vn