Vivir en empatía

 

¿Quiere saber si su pareja se ajusta a los cánones occidentales actuales de conviviente? Déjela ver el vídeo que acompaña esta publicación y observe su reacción. Si se ríe en lugar de sentir dolor…mal asunto. Puede que esté junto a alguien con poca o ninguna empatía.

En el arduo proceso de seleccionar pareja hay condicionantes que han venido tomando más y más importancia con los años, los siglos o los milenios, como usted prefiera. Fortaleza, poder, feminidad, inteligencia, maternidad/paternidad o economía han ido alternándose en el ranking del “qué no le puede faltar a su pareja”.

Pero los tiempos cambian y lo que antes era un sine qua non hoy goza de una importancia relativa. Y a la inversa.

Una encuesta llevada a cabo con psicólogos de pareja ha establecido el top eleven de los rasgos más deseados y adivine cuál encabeza la lista, sí, la empatía.

Darte cuenta de que tu pareja no es empática una vez formalizada la relación puede resultar descorazonador, por eso es importante ir al compromiso con los deberes hechos. Le propongo dos herramientas:

1.- Calcule su cociente de empatía con este test:

2.- Obsérvela en situaciones empatizables. Le propongo tres:

    • Haga la prueba del vídeo anterior.
    • Salga a caminar o montar en bicicleta y quédese atrás intencionadamente. ¿Vuelve la cabeza? ¿Reduce la marcha? ¿Espera?
    • Cuéntele algo personal (su día en el trabajo, algo que le preocupa, un problema familiar, etc.) y déjelo a medias con cualquier excusa (ir al baño, por ejemplo); ¿le pide después que continúe?

Y recuerde que para confirmar los resultados siempre le queda el recurso universal de bostezar delante de ella.

Imagen de portada: https://www.hrreporter.com/

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